sábado, 14 de febrero de 2015

Amor a cuatro patas

Amor a cuatro patas es lo que me dan mis pelusillas. Antes sólo tenía gatos, ahora disfruto de gatos y perra. Hoy es San Valentín, como decía alguien que ahora no recuerdo: un obispo con pinta de aburrido..... Y como dice mi hermana: yo soy más de San Miguel, o sea que la cervecita el 29 de septiembre no hay quien me la quite, ni el 14 de febrero, ni ayer hoy y siempre... Yo es que soy así: mediterránea, cervecera, de tinto de verano y de pescaíto frito y ensaladilla de pimientos "asaos" Y me cago en San Valentín. Este obispo sólo es una excusa para hacer el gilipollas y gastar dinero en vano. Si de verdad quieres a alguien no tienes que regalarle una rosa el 14 de febrero para que lo sepa. Y si no lo quieres de verdad, le sobran todas las rosas del mundo. Mis pelusas no me han regalado ninguna rosa, ni falta que hace. Mi Currito no me ha dejado dormir en toda la noche, asfixiándome echado en mi cuello cual bufanda de 4 patas; en su agobiante labor le han ayudado ( a saber, por lo que he visto por encima) Ágata, la abuelita nerviosa aprisionándome el pecho; Dulce y Azabache, mis dos panteritas pisàndome ahí mismo....; Corsario y Dinio mis machotes, con las dos hermanitas Cleo y Lara sujetándome las piernas a derecha e izquierda por si se me ocurría escapar..... Cuando me he sentado al ordenador, cómo no, mi príncipe Simba, mi fantasmita Lucas, y la loca de Nala se han peleado por subirse a mis pobres piernas, acribilladas a amasados aún a través de los vaqueros.... Y por supuesto los amantes de Teruel: Iria (que no es mía, que está aquí en residencia, pero como si lo fuera: que la criamos a biberón y su mami si tiene que ir a algún sitio, aquí que la trae) y el inocentón de Bichito: reservado para la mami de Iria, para que su niña tenga un hermanito felino.... persiguiéndome por toda la casa, de mi cuarto al cuarto de mi hijo y viceversa.... Y para rematar la faena Wifi la miniatura de gata que siempre encuentra el hueco para hacer de las suyas, discutiendo con todos para pillar su ratito de mimos. A todo esto añadidle la cara de una preciosa podenquita sobeteando cualquier parte de tu cuerpo que le pille cerca, correteando de aquí para allá y agitando el rabo en molinete con una cara de felicidad que desarma al más pintado. ¿San Valentín? Venga hombre ¡¡que viva San Francisco de Asísssss? Besos húmedos y peludos para todos

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