lunes, 14 de marzo de 2011

¿Por qué sigo aquí?... Por esto. Sin palabras

Muchas veces me hago la tremenda pregunta: ¿Por qué sigo aquí?
¿Por qué sigo teniendo la casa llena de gatitos de todos los tamaños y pelajes, edades y caracteres, cada uno con sus problemas y sus dimes y diretes?
¿Por qué sigo acogiendo michis aunque he dicho mil y una veces que "cuando salga adoptado este no acojo ni uno más"?
¿Por qué a pesar de que la situación está terrible, siempre me animo con la aportación de alguna de mis queridas "madrinas" y saco de donde no hay para seguir cuidándoles y alimentándoles?
¿Por qué pierdo sueño y tiempo de ocio en darles lo que requieren de mí?

Pues por ejemplo, porque hoy me han etiquetado en un álbum en Facebook. Vaya cosa más tonta, ¿no? Bueno, es que el álbum en cuestión es de un gatito que cuando llegó a mi casa no alcanzaba el tamaño de la palma de mi mano. Un gatito que venía con los ojitos que parecían insalvables, comido de pulgas y parásitos internos de todos los colores. Una cosita que parecía más un gremlin que un gato. Una ternura chiquita que parecía que se me iba a deshacer entre las manos, y hoy me han etiquetado en el álbum de un señor Don Gato vestido de smoking, de pelaje denso y suave, y que ha hecho que se me salten las lágrimas.
O porque el otro día recibí un correo con la foto de una gatita... También algo muy común ¿verdad?... Sí, pero esa gata era la viva imagen de la pena, el miedo, la desnutrición, la enfermedad, el dolor, la desconfianza, el fiel reflejo de la crueldad humana. Y la foto que he recibido es la de una gatita mimada, querida, arropada en el sofá de "SU CASA", una foto hecha por "SU MAMÁ", una foto en la que se ve a una cosita peludita y suave recuperándose del maltrato que la vida le infligió, a costa del cariño y la colaboración de mucha gente que hizo posible este milagro: gente que costeó sus tratamientos, que colaboró en su manutención, que la llevó en brazos en su avión hasta su destino, y finalmente hasta los brazos que hoy la arropan.

Por eso, y por nada más merece la pena seguir aqui. Y si alguien lo duda, he aquí algunos "antes" con sus correspondientes "después".
Por eso sigo aquí, porque merece la pena. Sin más palabras.

Zuko antes, gremlin despelechado.... y después, Don Gato de peluche, ahora se llama Valet ¿No es precioso?

Lucena antes, aterrada en la clínica tras operarse... y después feliz en el sofá de su casa....Ni rastro de estrés ¿verdad?

Keco y Kico, nada más recogerlos estuvieron ingresados comidos de hongos y parásitos, el tercer hermano no sobrevivió.... Este verano, los preciosos mellizos estuvieron disfrutando de la casa de los "abuelos", del aire puro del campo, y de las mil curiosidades que encontraron en la casa del pueblo.En su casa tampoco se aburren: sus papis les tienen súper mimados¡Vaya dos muñequitos!!

¿Que por qué sigo aquí?..... Pues está claro: por esto, ni mil palabras más. Os aseguro que merece la pena.
BdS